Actividades Formativas (2da. Parte)

III. Actividades formativas que producen crecimiento a través de la presión durante el desarrollo del servicio.

Son el conjunto de experiencias que llegan a través de la presión en distintas áreas de la vida. Observemos algunas:

  1. Crisis. Son situaciones usadas por Dios para probar la dependencia de su obra y poder. Estas situaciones pueden estar relacionadas a conflictos internos, problemas de salud, circunstancias que requieren cambios o que ocasionan sufrimiento por variadas razones. Todas son situaciones que tienen el potencial para alejar a la persona de Dios o incrementar su confianza en Él. Ej.: Pablo (2 Co. 1:3-11).
  2. Conflicto en el servicio. Son las lecciones acerca del conflicto (naturaleza, formas de resolverlo, evitarlo, usarlo creativamente, etc.) que se aprenden durante el ejercicio del servicio y que brindan una percepción de la forma cómo Dios los usa para el crecimiento. Ej.: Pablo y Bernabé (Hch. 15:36-41).
  3. Oposición al liderazgo. Son experiencias en las que se sufre oposición de parte de compañeros, seguidores y aún personas fuera del grupo de servicio, debido a decisiones tomadas como parte del ejercicio de liderazgo. Esta actividad formativa tiene como finalidad que Dios sea quien se vindique a Sí mismo y al líder. Ej.: Moisés (Éx. 5:20 ss y 16:2-3).
  4. Desafíos (fe, oración, nuevo servicio e influencia). Son experiencias que invitan al líder a tomar pasos desafiantes que pueden implicar riesgos, pero finalmente alcanzar cosas nuevas para Dios, teniendo el potencial de dejar un legado valioso. Estos desafíos implican crecer en confianza en cuanto a discernir y seguir la dirección divina. Ej.: Desafío de oración de Ester (Ester 4:12-16).

IV. Formación en el descubrimiento de experiencias extraordinarias durante el desarrollo del servicio.

Proveen autoridad espiritual al brindar aprendizaje necesario acerca del “mundo inviable” y sus efectos, así como la competencia para influenciar en situaciones que se relacionan con el “mundo visible”. Algunas son:

  1. Guerra espiritual. Son experiencias en las que la persona logra discernir que algún conflicto específico en el plano natural tiene origen en lo sobrenatural. A través de estas experiencias se recurre a recursos tales como la oración, el uso de dotación o ayuda de otros colaboradores, ganando autoridad espiritual y creciendo en el uso de recursos dados por Dios. Ej.: Jesús (Jn. 8:39-47).
  2. Encuentro de poder. Son situaciones de crisis en las que el líder sufre oposición de gente que representa fuerzas sobrenaturales poniendo en riesgo la credibilidad de Dios. En estas situaciones Dios interviene dando respaldo al líder y a la labor que este realiza. Ej.: Elías (1 R. 18:20-40).

V. Experiencias formativas hacia el servicio enfocado.

Son el conjunto de experiencias positivas y negativas que buscan acercar a la persona a una etapa de servicio más enfocada en los propósitos específicos de Dios para su vida y labor.

  1. Preparación negativa. Es una forma de guía divina producto de la interrelación entre la iniciativa de Dios y la responsabilidad humana. Esta actividad de formación se presenta a través de las circunstancias adversas (eventos, conflictos, personas) para liberar a la persona de la situación presente y conducirlo con una perspectiva e interés, a una siguiente etapa. Ej.: La persecución previa al Éxodo hizo que los israelitas se abrieran al liderazgo de Moisés y a la promesa de liberación (Éx. 1).
  2. Aislamiento. Es una actividad de formación de trato profundo de Dios con la persona. Se lleva a cabo mediante la separación de la persona de sus actividades de servicio normales, de forma voluntaria o involuntaria, con el fin de aprender lecciones a solas con el Señor que difícilmente se aprenderían siguiendo la rutina acostumbrada. Ej.: La experiencia de Job en todo su libro.